Supervisión continua del estado del reductor.
Análisis de la evolución de su estado.
Diagnóstico de los posibles modos de fallo que se puedan dar.
Transmisión de datos a otros sistemas de monitorización de capas superiores vía MQTT.
Almacenamiento de los datos recogidos.
Comunicación directa con el sistema que comanda el reductor mediante buses de campo industriales (EtherCat, Profinet, Powerlink…)